LA ALIMENTACIÓN COMO HERRAMIENTA TERAPÉUTICA parte 1

La alimentación es una excelente herramienta tanto curativa como preventiva.

Los hábitos nutricionales en el momento actual son muy diferentes a los de nuestros antepasados. Ellos consumían los alimentos que la Naturaleza proporcionaba en cada época del año y en la zona donde se vivía. Y se consumía solo lo que se producía.

Esto podía favorecer que faltasen vitaminas, minerales etc… En esta época, las enfermedades eran CARENCIALES.

Proteínas:

Para nuestros antepasados, las proteínas procedían de las LEGUMBRES, y las consumían prácticamente a diario, mientras que las proteínas animales eran de consumo puntual y en pequeñas cantidades.

Grasas:

Las grasas eran insaturadas y procedían en gran parte de FRUTOS SECOS, SEMILLAS… y además, hacían mucho ejercicio trabajando lo que les proporcionaba un gasto energético importante.

Carbohidratos:

Nuestros antepasados consumían CEREALES INTEGRALES que ellos mismos cultivaban. Los cereales integrales son carbohidratos de metabolismo lento que aportan energía. El consumo de AZUCAR era de 2kg/persona /año y era azúcar sin refinar.

Con la introducción de abonos químicos…se produjeron excedentes de los cereales y se comenzó a alimentar el ganado con ellos, mientras que las personas aumentaron el consumo de carnes, lácteos, huevos…Eso fue favoreciendo la aparición de enfermedades por EXCESOS.

Proteínas:

Hoy en día, las legumbres se consumen muy poco, en cambio, las proteínas animales como CARNE, HUEVOS, LECHE Y DERIVADOS, se consumen muchas veces a diario y en exceso.

Grasas:

El consumo de grasas se duplicó y además son GRASAS SATURADAS procedentes de

alimentos procesados, fritos, etc. A diferencia de nuestros antepasados, se practica el SEDENTARISMO que no quema grasas.

Carbohidratos:

Proceden de CEREALES REFINADOS (arroz, pan de trigo..), HARINAS REFINADAS y AZÚCAR. El consumo de AZÚCAR BLANCO es hoy de 60 kg /persona/año! Puede resultar llamativo este dato, pero hoy en día encontramos el azúcar enmascarado en multitud de productos que no tienen sabor dulce.

El consumo de carbohidratos refinados es de metabolismo rápido. Por ejemplo, si desayunamos un bollo, café con leche y azúcar, aparentemente sentimos más energía, pero esa ingesta de azucares rápidos hace que aumente el nivel de insulina que contrarresta la rápida subida de azúcar, y la bajada de azúcar causa fatiga y deseo de tomar otra vez algo que suba el azúcar.

El azúcar refinado es un auténtico veneno con efecto inmunosupresor. Aporta solamente calorías vacías, descalcifica al robar minerales de nuestras reservas alcalinas que son nuestros huesos, dientes… y entre otros muchos efectos negativos.

Continuará : LA ALIMENTACIÓN COMO HERRAMIENTA TERAPÉUTICA parte 2

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* La salud integral es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estado de bienestar físico, emocional y social de un individuo, y no solamente la ausencia de enfermedad.