¿Conoces la afirmación del Gran libro del Tao que dice “Un viaje de mil millas comienza con un pequeño paso”?
Si te han recomendado hacer ejercicio físico, pero ni te sientes motivado, ni te gusta, buscas mil pretextos y no empiezas nunca ¿Cómo podrías hacer para motivarte a empezar, o no abandonar a los pocos días?
¿Qué te parecería si te dijese que puedes conseguirlo si empiezas invirtiendo un solo minuto al día, aplicando las enseñanzas de la filosofía Kaizen?
El Kaizen es una estrategia para lograr cambios. Es la filosofía de los pequeños cambios hacía la mejora. Y se basa en buscar pequeños cambios día a día, que al final conseguirán un gran resultado.
La palabra Kaizen significa Kai = cambio y Zen = bienestar o bueno. Aunque en realidad Kaizen significa “Cambio bueno que se perpetúa en el tiempo”
Muchas veces te parecerán absurdos esos pequeños pasos, pero te aseguro que podrás conseguir saltos gigantescos. Imagínate que necesitas leer un libro para tu trabajo, pero lo único que haces es pasar hojas, pero sin leer nada. Quizás piensas que son demasiadas hojas y que no te dará tiempo de leerlo. Pero, si te pidiese que solamente leyeses una hoja o dos cada día, ¿Te sentirías capaz de hacerlo?
Con esta práctica te irás dando cuenta que avanzas y al final lograrás leer el libro. Todos los cambios, incluso los positivos, dan miedo, pero esos pequeños objetivos y fácilmente alcanzables como recomienda el Kaizen, consiguen despistar a la mente y ayudan a vencer el miedo al cambio, y estimulan, por otra parte, la creatividad.
Una técnica del Kaizen para programar tu cerebro es la de hacerte pequeñas preguntas. Porque al cerebro le encantan las preguntas, lo despiertan.
Piensa en lo diferente que resulta cuando te dan una orden o te haces una pregunta. Por ejemplo: para mantenerte sano tienes que evitar comer azúcares refinados, grasas saturadas, beber más cantidad de agua y hacer ejercicio.
Aplicando las pequeñas preguntas del Kaizen, mantienes la reacción de lucha o huida desconectada, y evitarás bloquearte y quedarte paralizado. Te podrías preguntar ¿cómo puedo incorporar unos pocos minutos de ejercicio a mi rutina diaria? ¿Cómo puedo recordarme de beber más agua?…
Este tipo de preguntas ayudan a tu cerebro a concentrarse en la resolución de los problemas. y, eventualmente, en la acción. Cuando este tipo de preguntas se repiten con frecuencia, el cerebro las incorpora y las convierte en un hábito y, ya no te cuesta ponerlas en acción.
Cuando haces preguntas pequeñas, tu amígdala (ese lugar donde se produce la reacción de lucha o huida, cuando aparece el miedo) permanecerá dormida y, en cambio, la corteza cerebral, despertará, procesa la pregunta, y de una manera mágica, creará respuestas en cualquier momento, cuando estás en la ducha, conduciendo etc. ¿Te ha ocurrido alguna vez que las mejores ideas surgen en momentos que menos lo esperas?
El método Kaizen, es muy efectivo y genera nuevas conexiones neuronales en el cerebro que permiten conseguir de una manera agradable una meta específica, que no te paraliza, sino que te apoya.
El Kaizen puede ser aplicado en el día a día, buscando una pequeña mejora continua. Se enfoca en los grandes beneficios que tienen las pequeñas acciones a largo plazo. No hay que buscar mejoras rápidas y espectaculares, sino mejoras día a día. Esa es la manera en que los resultados pueden ser permanentes.
El Kaizen se puede aplicar en todos los aspectos importantes de tu vida, a nivel personal, en tu trabajo, en las relaciones personales etc.
Recuerda que, aunque los pasos puedan ser pequeños, la meta que queremos lograr no lo es.
¡Ánimo, empieza a hacerte pequeñas preguntas y encontrarás las respuestas!