Cada año, por estas fechas realizamos nuestras listas de propósitos, pero, ¿cuantos consiguen llegar a cumplirlos? Se calcula que solamente un 8 % de las personas son capaces de llegar al final del año con sus propósitos cumplidos. Al empezar el año la motivación es más alta, pero con el tiempo ésta disminuye, y la fuerza de voluntad no es suficiente para conseguir el propósito. Y al comienzo del año la historia se repite, empezamos ilusionados por cambiar y se retoma el propósito del año anterior. Las razones más importantes por las que no se consiguen cumplir los propósitos son:
1) Marcarnos propósitos demasiado grandes y no realistas. 2) Demasiados propósitos a conseguir al mismo tiempo generan mucho estrés. 3) Plantearnos propósitos no específicos
Los propósitos son en realidad hábitos: unos para eliminar o superar y otros para incorporar. Muchos de nuestros hábitos están alimentados por nuestras creencias.
Los 5 pasos para conseguir los propósitos:
1) Plantear un solo propósito, pequeño y realista: Si nos centramos en un propósito pequeño será más fácil empezar. Y, por otro lado, evitar la resistencia al cambio. Conforme vayamos dando pasos hacia la meta, eso nos animará a continuar. Después podemos ir planteando propósitos más grandes, aunque no es aconsejable tener una lista demasiado larga, con 3 propósitos motivantes es una buena manera de empezar a conseguir resultados positivos.
2) Ponerlo por escrito, en presente y específico: Cuanto más específico sea un propósito, tendremos más posibilidades de obtener buenos resultados. Evitaremos verbos incondicionales: me gustaría, debería… son palabras enemigas para conseguir el éxito. Cambiar: Me gustaría conseguirlo por «Voy a conseguirlo». El lenguaje que usamos es la manifestación de nuestros pensamientos y determinará lo que conseguiremos.
3) Debe ser un propósito que nos motive: Encontrar el verdadero porque para realizar el cambio y ser constante es clave para avanzar para cumplir el propósito. La motivación es la gasolina para conseguir tus proyectos
4) Convierte tu propósito en acción: Tener un propósito y no actuar no sirve de nada. Muchas veces el miedo a salir de la zona de confort nos bloquea
5) Limitar el tiempo para conseguirlo: Tener una fecha límite nos pone las pilas para conseguirlo.
¡Revisa tu lista de propósitos!