SE ACERCABA EL FINAL DEL AÑO más extraño que hayamos vivido. A esas alturas me encontré con personas que decían: “Estoy deseando que se acabe este año”, “ha sido el peor año de mi vida, todo ha ido mal…”.
Y yo preguntaría ¿Estás seguro 100 % que todo ha ido mal el año que acabamos de dejar? Seguro que alguna cosa ha ido bien, pero deberías dejar de enfocarte en los problemas y poner el foco en todo lo que no es problema, es posible que cambies de opinión.
Te invito a reflexionar por un momento en las diferentes áreas de tu vida como salud, familia, amigos, crecimiento personal, economía, trabajo, pareja, ocio o lo que tu elijas poner en cada apartado.
Por ejemplo: la salud. Si te encuentras sano, o incluso si el test indicó que eras positivo al coronavirus pero el cuadro fue muy leve, o quizás ni te enteraste que estabas infectado. ¿Cómo valorarías la salud?
Y en cuanto a la familia: durante el confinamiento tuvimos ocasión de compartir momentos en familia. Y aunque no podíamos ir de viaje o hacer senderismo, si podíamos desayunar, comer o cenar todos juntos. Algo que era poco frecuente en muchos casos. Escuchar música, ver películas, hacer gimnasia, jugar con juegos de mesa, pintar, escribir y hasta bailar.
¿Qué me dices de los amigos? Los has tenido presentes todo este tiempo y aunque no hayas podido tomar un café con ellos, o no hayas podido disfrutar de un vino y unos pinchos como era costumbre, siempre han estado ahí.
Quizás has recuperado el contacto con amigos de los cuales hacía mucho tiempo no sabías nada.
Y del crecimiento personal ¿Qué opinas? ¿Te has dado cuenta de que eres diferente a la persona que eras antes de que toda esta situación empezara? Quizás has empezado a meditar. Una excelente decisión, por cierto. O quizás te has dado cuenta de que planificar siempre las cosas a largo plazo no es ahora una buena decisión.
La incertidumbre en que nos tiene envuelta esta situación hace que lo ideal sea hacer planes a corto plazo y vivir intensamente el día a día. Todo ello poniendo el foco en conseguir ser la mejor versión de uno mismo.
Recuerda el ideograma chino que define crisis, significa también oportunidad. ¿no te parece curioso?
Si nos concentramos en los problemas no vamos a poder fijarnos en las soluciones. Quejarnos es perder el tiempo y no soluciona nada. Y como decía Rafa Nadal: “Ninguna excusa me hizo ganar un partido”.
Estoy segura de que han cambiado muchas cosas. Quizás ahora valoras las pequeñas cosas del día a día de otra manera.