ESTE AÑO TODO va a ser diferente en muchos aspectos, y a la hora de elegir donde pasar las vacaciones ¿Cuál será la mejor opción? Con las altas temperaturas que se están viviendo estos días, muchos piensan en un lugar fresquito, donde se pueda dormir a gusto.
La naturaleza puede refrescar el ambiente de una manera natural. Seguro que sabes de que te hablo, de ese paseo por un sendero bordeado por árboles, donde puedes disfrutar de un ambiente refrescante, mejor que cualquier sistema de aire acondicionado.
Este ambiente anima a madrugar y empezar las caminatas atravesando bosques, pequeños arroyos, y descubriendo cascadas escondidas, fuentes de aguas cristalinas caminos estrechos que suben poco a poco hasta la cima de una montaña desde donde podrás contemplar paisajes increíbles. Y si te apetece podrás dormir allí bajo un cielo estrellado y contemplar un inolvidable amanecer.
Otros beneficios de pasar las vacaciones en la montaña son:
-Disminuye el colesterol y los niveles de azúcar en sangre.
-Previene los accidentes cardiovasculares.
-Mejora la resistencia física y tonifica la musculatura.
-Favorece la pérdida de peso.
-Fortalece el sistema inmune.
-Aumenta la densidad ósea previniendo o combatiendo la osteoporosis.
-Mejora la calidad de sueño.
-Aumenta las endorfinas (hormona de la felicidad) y reduce los pensamientos negativos.
– Aumenta la capacidad respiratoria al respirar aire puro. Nos oxigenamos. En la atmósfera existen cantidad de iones negativos. Los iones son pequeñas partículas cargadas de electricidad que son indispensables para nuestra salud y la del planeta. Los iones pueden tener carga positiva o negativa. Los iones positivos son dañinos para los seres vivos y se absorben a través del aire que respiramos. En la atmósfera sana debería haber 1 ion positivo por 4 negativos.
El aire cargado con iones negativos lo encontramos en las playas, pero también cerca de los ríos, cascadas, bosques… despejan la mente y aumentan el rendimiento corporal y psíquico.
La cantidad de iones negativos de la atmósfera y el ejercicio físico al aire libre estimulan el buen funcionamiento del cerebro, aumentando la creatividad, mejorando la memoria y la concentración.
Caminar por la montaña nos puede mantener alejados de aglomeraciones, nos ayuda a disfrutar del momento y se convierte en un deporte muy beneficioso para la salud física y emocional, proporcionando calma y paz interior.