CUANDO VIVES situaciones estresantes, tu organismo produce la conocida hormona del estrés, el cortisol.

El cortisol se produce en las glándulas suprarrenales que se sitúan encima de los riñones como respuesta a una situación estresante tanto física como emocional. Los niveles de cortisol se elevan por la mañana y descienden progresivamente a lo largo del día hasta alcanzar niveles mínimos cuando llega la hora de conciliar el sueño.

Un poco de cortisol no es malo, es como la gasolina para empezar la actividad. Sin embargo, cuando los niveles de cortisol aumentan demasiado, resulta perjudicial para la salud produciendo:

. Acidez digestiva, y disminución de la producción de enzimas.

. Baja de defensas, lo que puede favorecer alergias, enfermedades autoinmunes como lupus entre otras.

. Indigestión, irritación e inflamación de mucosa intestinal lo que podría ocasionar síndrome de colon irritable.

. Fibromialgia.

. Inhibición del crecimiento de la microbiota intestinal produciendo un crecimiento excesivo de hongo candida albicans.

. Aumento de presión arterial, problemas cardiovasculares.

. Dificultades para conciliar el sueño.

. Inhibe la secreción de insulina, provocando la liberación de glucosa a sangre.

. Síndrome de Fatiga crónica, trastornos de tiroides o depresión…

Sabes una cosa, es posible disminuir los niveles de cortisol y dependen de ti que puedas crear un estilo de vida para contrarrestar los efectos del estrés y son:

. Una buena alimentación aumentando la ingesta de carbohidratos complejos (arroz integral…).

. Eliminar la cafeína.

. Procurar un sueño profundo y reparador, y puede ayudarte la melatonina.

. La actividad física ya sea con ejercicio, nadando, bailando… aumenta las endorfinas que son las hormonas del bienestar y que contrarrestan el cortisol, así como el aumento de serotonina y dopamina que disminuyen la ansiedad y la depresión.

. Una buena hidratación ya que cuando el cuerpo esta deshidratado el nivel de cortisol aumenta.

. Practicar la meditación y la respiración consciente dirige la mente hacía pensamientos positivos. Está en tus manos poder bajar los niveles de cortisol. El cuerpo humano tiene capacidad de autocuración.

Es importante que tengas en cuenta que el cerebro no diferencia que es real ni que es imaginario, y con sólo pensar en una situación estresante, se van a producir niveles elevados de cortisol. Por tanto, ten cuidado con lo que piensas.