AUNQUE SE PARECEN y pueden compartir síntomas, no son lo mismo. Mientras que la timidez es un concepto general, un rasgo de personalidad que hace que la persona se sienta nerviosa, insegura al acercarse a personas que no conoce. La inseguridad es más específica, es una reacción emocional acompañada de malestar y tensión ante determinadas situaciones sociales o en la toma de decisiones.
Una persona tímida:
– Se siente insegura y nerviosa ante personas desconocidas
– Es susceptible a las críticas
– Excesiva necesidad de aprobación
– Tiene una conducta retraída
– Incapaz de decir No ante las demandas de los demás
– Baja autoestima
– Ante situaciones sociales puede reaccionar con:
– hipervigilancia centrándose en los errores que comete
– ideas negativas sobre sí misma.
– excesiva preocupación cuando realiza sus tareas
Todo ello desencadena los síntomas como palpitaciones, temblor de manos o voz, sequedad de boca, rubor, problemas de memoria y falta de concentración, etc.
Pero no olvidemos que en determinadas situaciones todos podemos reaccionar con timidez.
En resumen, la timidez es el resultado de nuestra inseguridad, de no creernos lo suficientemente valiosos o competentes para los demás…
Por otra parte, una persona tímida es capaz de controlar sus nervios y estar a la altura de las circunstancias, ya que tiene características positivas que le apoyan como: capacidad de escucha activa, una gran empatía, el ser muy observador, entre otras.
La persona insegura:
– Se siente incapaz de tomar decisiones por miedo a equivocarse
– Es susceptible a las críticas
– No tiene confianza en su valía y capacidades
– No cree en sí mismo y teme defraudar a los demás
– Considera que las opiniones de lo demás son más acertadas que las suyas
– Dudas constantes sobre diferentes aspectos de la vida
– Baja autoestima
– Con el tiempo puede tener miedo a actuar
La persona insegura no lo es en cualquier situación, se limita a determinadas áreas.
Todos nos hemos sentido inseguros en alguna ocasión. Tememos fallar, nos angustia el fracaso, el rechazo, la desaprobación de los demás, ponernos en evidencia y no pasa nada, porque somos humanos.
La timidez y la inseguridad forman un círculo vicioso que se retroalimenta y del que es difícil salir, pero no es imposible.
Se puede ganar confianza en uno mismo y convertirse en una persona segura, sólo hay que atreverse a dar el primer paso. Después, se trata de ir paso a paso avanzando poco a poco, dejando atrás las indecisiones y alejándonos de la timidez.
La clave para eliminar tu inseguridad y superar la timidez es trabajar la autoestima.