TU CEREBRO ES el ordenador más perfecto que existe y se vale del sistema nervioso para enviar mensajes a través del cuerpo.
En la capa más externa del cerebro, el neocórtex, radica lo que nos diferencia de los otros mamíferos, la conciencia del ser humano, la capacidad de razonamiento…
Esta capa está dividida en dos hemisferios derecho e izquierdo, unidos por el cuerpo calloso, un haz de millones de fibras nerviosas que permiten intercambiar información entre ambos hemisferios.
Estos dos hemisferios son anatómicamente similares, sin embargo, funcionalmente son muy diferentes.
– El hemisferio izquierdo: es racional, lógico, científico, ve las partes… y en él radica el lenguaje oral y escrito, las matemáticas…
– El hemisferio derecho: es emocional, intuitivo, creativo, musical, ve el total…
Tu hemisferio izquierdo, no piensa en palabras, porque, aunque reconoce letra a letra y forma palabras y después frases, necesita asociar esa palabra a una imagen. Las palabras son traducidas en imágenes antes que el cerebro pueda interpretarlos.
Veamos por ejemplo la palabra bufanda. El hemisferio izquierdo, reconoce las letras B-U-F-A-N-D-A, las junta y reconoce la palabra bufanda porque automáticamente la asocia a la imagen.
Pero ¿qué ocurre si no conoce la palabra?, quizás es de un idioma extranjero, nunca la había escuchado, entonces no podrá entender que significa la palabra porque no hay una imagen asociada a ella.
¿Te has fijado alguna vez como aprende a leer un niño? Aprende asociando palabras con imágenes. Así aprende la palabra casa cuando esta está junto a una imagen de una casa…
Ahora imagina que te cuentan una historia que esconde una metáfora, tu hemisferio izquierdo entenderá letra a letra, palabra a palabra, cada frase, cada párrafo, e intentará encontrar un sentido literal a esa historia, sin embargo, es el hemisferio derecho el que pilla enseguida el significado oculto, el de la metáfora.
Cualquier acontecimiento que ocurre en tu vida va a necesitar que la información sea procesada por ambos hemisferios para poder almacenarse correctamente.
Pero ¿qué ocurre cuando la persona no puede procesar la información? Pues que el paso de información de un hemisferio a otro queda interrumpido y la situación traumática queda atrapada en el hemisferio derecho y no puede acceder a los recursos para procesarla que se encuentran en el hemisferio izquierdo.
Esta situación se puede solucionar con terapias específicas.