ESTOY SEGURA DE QUE alguna vez habrás escuchado a alguien quejarse diciendo: “Ojalá pudiese parar de pensar. Mis pensamientos no me dejan en paz, incluso de noche…”
Es imposible dejar de pensar, pero si podemos hacer que los pensamientos jueguen a nuestro favor y no en contra.
Como decía Buda, “Somos el resultado de lo que pensamos”.
El pensamiento es creado por nuestra mente. Es energía en movimiento, con un inmenso potencial al que no le damos importancia. Podemos crear pensamientos positivos y negativos, pero es imposible hacerlo al mismo tiempo, tenemos que elegir.
Te invito a que escribas tus pensamientos durante unos minutos ¡Hazlo ahora!, no esperes a mañana. Cuando termines marca cuantos son pensamientos negativos y cuantos positivos.
Tenemos un mínimo de 50 mil pensamientos cada día. El 90 % de los que tengas hoy los repetirás mañana. Si son positivos no hay ningún problema, pero si son negativos es una mala manera de empezar el día.
El pensamiento negativo es capaz de generar demasiado cortisol, la hormona del estrés. El positivo genera endorfinas, hormonas de la alegría.
El pensamiento es como una semilla, si esta es buena dará buenos frutos como por ejemplo alegría, bienestar, pero si son negativos, será más fácil sufrir ansiedad, miedo o preocupación. ¿Qué estás cultivando, flores o malas hierbas?
La mente necesita entrenamiento para producir pensamientos positivos y poder eliminar los negativos. Necesita hacer gimnasia para crear el buen hábito de pensar positivo. Es necesario entre 21 y 66 días para adquirir ese hábito.
El pensamiento es tan potente que es capaz de afectar a tu estado de ánimo.
Si te preguntas qué puedes hacer para cambiar el pensamiento, te diré que lo primero es ser consciente de que eres el creador de tus pensamientos, y solamente tú puedes cambiarlos. ¿Cómo? Cambiando el foco.
No vas a conseguir cambiar tus pensamientos si solamente te enfocas en un pasado doloroso o en un futuro incierto plagado de y si pasa esto… y si no puedo…
Lo único que sirve es centrarse en el presente, porque es ahí donde sí puedes cambiar tus pensamientos.
¿Qué beneficios obtendrás si aprendes a cambiar tus pensamientos
– Combatir el estrés y la ansiedad
– Aumentar la confianza en ti mism@
– Mejorar tu salud física y emocional
– Afrontar los problemas y buscar soluciones
– Mejorar la capacidad de aprendizaje
– Aumentar la esperanza de vida
– Dormir mejor
– Fortalecer tu sistema inmune