Tu vida está llena de emociones, sería imposible vivir sin ellas.
Es normal y saludable tener respuestas emocionales, sin embargo, si son intensas y prolongadas en el tiempo, pueden hacerte más vulnerable a las enfermedades.
Imagina por un momento que nunca tuvieras miedo. Es verdad que no es una emoción agradable, pero sin el miedo pondrías tu vida en peligro constantemente, cruzarías la calle sin mirar…y vivirías sin valorar ningún riesgo.
¿Qué es una emoción?
Es una respuesta INVOLUNTARIA DEL CUERPO ante un PENSAMIENTO. Es un proceso físico químico que está ocurriendo en el interior del organismo y que afecta a todo el cuerpo. Las emociones no se sienten en el cerebro, se sienten en el cuerpo.
Las emociones en sí mismas no causan enfermedades.
En algún momento de tu vida puedes sentir TRISTEZA, PREOCUPACION, RABIA, MIEDO…y no por ello enfermas. Sólo son causa de enfermedad cuando hablamos de emociones tóxicas, las que son duraderas o muy intensas y no se expresan adecuadamente. Estas emociones te bloquean o paralizan e impiden que puedas disfrutar de una vida plena.
¿En qué parte del cerebro surgen las emociones?
En lo que se conoce como sistema límbico, o cerebro emocional y concretamente en la amígdala cerebral que procesa todo lo relativo a nuestras experiencias emocionales. Es la responsable de que podamos escapar de situaciones de peligro, pero también es ella la que nos recuerda traumas de la infancia, o situaciones que nos han hecho sufrir. La amígdala se asocia a nuestros recuerdos almacenados.
Nuestro diálogo interno tiene repercusiones no solo en el estado de ánimo sino también en nuestro cerebro. Este diálogo puede apoyarnos o hundiros. Según como te hables a ti mismo, así te vas a sentir, y según te sientas vas actuar.
Tomar conciencia de tu diálogo interno es el primer paso para superar las emociones tóxicas. No podemos desprendernos de algo que no reconocemos que tenemos.
Beneficios que obtendrás al gestionar las emociones:
- Mejora la calidad del sueño
- Reduce la ansiedad
- Ayuda a superar a la depresión
- Aumenta la autoestima y la confianza en ti mismo
- Ayuda a tomar decisiones
- Aumenta las endorfinas, hormonas de alegría
- Modula el estrés
- Ayuda a superar traumas del pasado
- Favorece el bienestar psicológico
Y para terminar, recuerda que tú no eres responsable de todo lo que sucede en tu vida, pero SI eres cien por cien RESPONSABLE DE COMO REACCIONAS ANTE ESTOS ACONTECIMIENTOS.