La tristeza es una emoción sana
Cuando una persona viene a consulta y me dice que se siente decaído, sin ganas de hacer nada, que duerme poco y no descansa y esta somnoliento por el día. Que no se concentra, se siente cansado y que las cosas que antes de gustaba hacer, ahora no le llaman la atención. En resumen, que siente que no es la misma persona que era antes y no sabe por qué.
Con toda seguridad esta persona está a caballo entre la tristeza y la depresión.
¿Qué es la tristeza?
Es una emoción básica que todos podemos sentir en momentos determinados cuando sufrimos una pérdida, tanto de un ser querido, de un objeto, de un trabajo, de un estatus… algo a lo que estábamos vinculados emocionalmente.
Las emociones en sí mismas no son ni buenas ni malas. En el caso de la tristeza nos ayudan a adaptarnos a la situación. Si por ejemplo hemos perdido a un ser querido, es normal sentirse triste, que queramos estar solos y pensar en la persona que ya no está, y de alguna manera eso nos ayuda a procesar la situación.
La tristeza deja de ser una emoción sana cuando empieza a afectar alguna de las áreas de nuestra vida. Cuando la tristeza se prolonga en el tiempo y la persona se va aislando cada vez más, eso no ayuda, todo lo contrario, empieza a ser una emoción negativa que puede enfermarle y evolucionar hacía una depresión.
Otra característica de la tristeza, son los rasgos de la cara. Cuando la gente ve a alguien triste, muchas veces, le apetece consolarle. De alguna manera es un reclamo al entorno para que se acerquen a él o ella, y eso no está mal en un principio. El apoyo social en esos momentos nos ayudará a recuperarnos en menos tiempo y a evitar que la tristeza se prolongue y caigamos en una depresión.
¿En qué se diferencia la tristeza de la depresión?
TRISTEZA: emocional básica, normal que aparece ante una pérdida de un ser querido, de una pareja, de una mascota, de un objeto etc.
DEPRESIÓN: es un trastorno mental, que tiene tristeza que dura más de dos semanas, pérdida de interés por las cosas que le gustaba hacer y otra serie de características típicas de la depresión y que no tiene la tristeza.
¿Qué podemos hacer para vencer la tristeza?
Propongo realizar tres tareas efectivas y sencillas, aunque al principio hay cierta resistencia, vale la pena intentarlo. Consiste en lo siguiente:
ACTIVIDADES AGRADABLES: Dividir una hoja en tres partes y poner pasado, presente y futuro. Escribir en cada hilera todos los momentos agradables que se recuerden del PASADO, y no importa que sean pequeños detalles, la única condición es que sean agradables. En la hilera PRESENTE lo mismo, pequeñas cosas agradables que ocurren en el día a día y en la del FUTURO, consiste en imaginar que cosas podrían ponernos contentos, hacernos sentir un poco más felices. Es bueno dejar volar la imaginación. Es importante escribir al menos 5 cosas en cada hilera y repetirlo cada día.
CONTACTO SOCIAL: aunque no tengamos ganas de hablar con la gente, es bueno forzarse a llamar a un par de amigos de confianza, aunque solamente sea para hablar un rato con ellos. Si surge una invitación a tomar un café y aunque no apetezca vestirse para salir, sería muy bueno hacerlo. Vencer la zona de confort en la que se ha instalado la tristeza, pero ¡cuidado de llevar a la tristeza al café o a charlar con una amiga! Mejor dejadla en casa.
EJERCICIO FÍSICO: no estoy hablando de apuntarse a un gimnasio Es suficiente dar un paseo y si es en compañía todavía mejor. Un paseo de 10 minutos tres veces al día sería suficiente o también se pueden hacer 30 minutos seguidos. No es necesario el ejercicio diario, es suficiente con 3 ó 4 días a la semana. No hay excusa para no hacerlo. También serviría bailar, ir en bici…algo que mueva el cuerpo y que además resulte agradable. El ejercicio físico es imprescindible para vencer la tristeza y es un excelente antidepresivo. El ejercicio aumentará las endorfinas, hormonas de la alegría y el bienestar.
Os recuerdo que la TRISTEZA y la ALEGRIA son las dos caras de una moneda, solo tenemos que darle la vuelta.