¿Sabías que como tu pienses, así te vas a sentir, y según te sientas vas a actuar?
Quizás recuerdes a alguna persona quejándose diciendo: “Ojalá pudiese parar de pensar. Mis pensamientos no me dejan en paz, incluso de noche…”
Es imposible dejar de pensar, pero si puedes hacer que tus pensamientos jueguen a tu favor y no en contra. El pensamiento es creado por tu mente. Es energía en movimiento. Podemos crear pensamientos positivos y negativos, pero es imposible hacerlo al mismo tiempo, tenemos que elegir.
Tu cerebro le habla a tu cuerpo a través de los pensamientos positivos y negativos, y cada mensaje que el cerebro lanza activa en tu cuerpo unas emociones determinadas que siempre están en sintonía con dichos mensajes.
Si el cerebro dice a través del pensamiento, ¡NO soy capaz!, en el cuerpo se activan emociones de inseguridad, miedo, falta de confianza y eso tendrá repercusión en tu conducta.
Si comprendes la relación entre lo que piensas y cómo te comportas, entenderás que el poder de generar un cambio va a depender solamente de ti.
Podemos decir que muchas veces la raíz del problema está en lo que piensas.
Tenemos un mínimo de 50000 pensamientos cada día. El 90%de los tengas hoy los repetirás mañana Si son positivos no hay ningún problema, pero si son negativos es una mala manera de empezar el día.
El pensamiento negativo es capaz de generar demasiado cortisol, la hormona del estrés. El positivo, en cambio, genera endorfinas, hormonas de la alegría. El pensamiento es tan potente que es capaz de afectar a tu estado de ánimo.
El pensamiento es como una semilla, si esta es buena dará buenos frutos como por ejemplo alegría, bienestar…, pero si son negativos, será más fácil sufrir ansiedad, miedo o preocupación.
A menudo no te das cuenta de que estás pensando, pero si puedes tomar conciencia de lo que estás sintiendo. (me siento angustiado, nervioso, inseguro..) Sea lo que sea, aquello que sientes está producido por tus pensamientos.
Tu cerebro puede ser tu mejor amigo o tu peor enemigo, depende de si lo alimentas con pensamientos positivos o negativos.
Pensar positivo motiva a buscar soluciones no a huir de los problemas
Los pensamientos como ira, miedo, celos.. van intoxicando tu propia mente, y a través de ella, a tu entorno generando falta de confianza, frustración, irritabilidad…
La mente necesita entrenamiento para producir pensamientos positivos y poder eliminar los negativos. Necesitas hacer ejercicio para crear el buen hábito de pensar positivo. Es necesario entre 21 a 66 días para adquirir un hábito.
Si te preguntas qué puedes hacer para cambiar el pensamiento, te diré, que lo primero es ser consciente de que eres el creador de tus pensamientos y que solamente tú puedes cambiarlos si cambias el foco.
No vas a conseguir cambiar tus pensamientos si solamente te enfocas en un pasado doloroso o en un futuro incierto plagado de incertidumbres y muchos y si…y si pasa esto…y si no puedo…
Lo único que sirve es centrarse en el presente, porque es ahí donde sí puedes cambiar tus pensamientos.
Beneficios que obtendrás si aprendes a cambiar tus pensamientos
- Combatir el estrés y la ansiedad
- Aumentar la confianza en ti mismo
- Mejorar tu salud física y emocional
- Afronta tus problemas y buscar soluciones
- Mejorar la capacidad de aprendizaje
- Aumentar la esperanza de vida
- Dormir mejor
- Fortalecer tu sistema inmune…
Decía Buda: “somos el resultado de lo que pensamos”
Si no consigues cambiar el foco de tus pensamientos, escríbeme a consulta@otiliaquireza.com, cuéntame qué te ocurre y te diré cómo puedo ayudarte.